* Alfredo de la Fe, invitado
Texto y Fotos Cony Herrera López/NOTIVER
Poco más de mil personas bailaron a ritmo de Eddie Palmieri y Combo
Ninguno, además de presenciar la propuesta de Diamano Coura West Africam.
Animada y rítmica la tercera velada del Festival Internacional Afrocaribeño 2011 que llegó a su fin anoche, los presentes le sacaron brillo a la pista del auditorio Benito Juárez.
Más allá de los comentarios bien o mal intencionados, a favor o en contra, desde el punto de vista artístico-cultural en este año el Afrocaribeño ha tenido visos de un resurgimiento con el cartel artístico y el foro académico, uniendo esfuerzos la Secretaría de Turismo, Cultura y Cinematografía en el Estado y el Ayuntamiento de Veracruz.
La salsa siempre estará vigente porque está ligada de manera íntima a la danza y al tambor, así lo dijo a NOTIVER Eddie Palmieri, quien por primera vez se presenta en Veracruz y por si faltara, invitó al violinista Alfredo de la Fe para hacer una dupla histórica que le regalaron a los jarochos y turistas que presenciaron esta gran actuación.
Líder en la salsa y el jazz latino, con una amplia trayectoria, nació en 1936 en el Harlem Latino, vecindario de la ciudad de Nueva York; su discografía incluye 36 producciones, ha recibido nueve Grammys, entre ellos en 1975, cuando por primera vez la Academia Nacional de las Artes y Ciencias de la Grabación reconocía a la música latina.
“Nuestra música siempre estará ahí porque es muy especial, el sonido del tambor es muy excitante, pone a la sangre en el curso de la vida”, asegura el músico estadounidense y agrega que el movimiento musical de la salsa ha estado estático porque las nuevas generaciones han preferido el reggae, el hip hop y el rap, “ Ellos no tienen referentes musicales de las buenas orquestas de salsa, por eso no voltean a ver este género musical”.
Eddie Palmieri opina de la llamada salsa erótica, “No tiene nada de salsa, eso es un verdadero desastre rítmico”.
Para el neoyorkino, la música se vuelve universal en la medida en que el bailarín se olvida de sus problemas, “Tú no piensas en los problemas, en la crisis del mundo, en la falta de trabajo, nada te afecta cuando bailas, el problema es cuando se termina la música”.
Para finalizar, Palmieri se pronuncia porque el término afrocaribeño sea sustituido por el de afromundo, ya que la salsa ha llegado a los cinco continentes.
Combo Ninguno puso a bailar a todos, la agrupación fundada por Leonardo Ortiz e integrada por 15 elementos, interpretó Mestizaje, La Bruja, Son de Amor, Viajeros, Dijo que no, Noche de Luna en Xalapa, Mozambique Veracruz, La Bamba y El Jarocho, entre otras piezas.
Originarios de Xalapa, Veracruz, todo empezó como una reunión espontánea de músicos en la Hostería del Sapo de la capital del estado, y debido a algunas invitaciones a festivales, comenzó la inquietud de hacer música de una manera estable, con influencias de Rubén Blades y Willie Colón.
Combo Ninguno es salsa mexicana con sabor a xalapeños, y en el marco del Afrocaribeño, por 30 años de trayectoria recibió un reconocimiento de manos de Harry Grappa Guzmán, Subsecretario de Turismo Promoción y de Servicios Turísticos de la entidad.
Finalmente, Diamano Coura West Africam, pisó el escenario con el color de la “tercera” o “primera” raíz, no importa el orden, lo destacado es que debemos reconocer que la tenemos.
Organización cultural dedicada a la conservación, educación y apreciación de la música tradicional de África Occidental, la danza, el teatro y la cultura. Desde su creación en 1975, Diamano Coura, bajo la dirección de la Dra. Zak Diouf, y el director artístico Naomi Washington, ha llevado a cabo su misión a través de talleres y cursos, actuaciones, programas comunitarios para jóvenes y programas de colaboración creativa con artistas de renombre.
Diamano Coura representa la música de África Occidental y la danza como forma específica, no sólo para el entretenimiento o la exposición, sino como medio para educar, comunicar, organizar y preservar su pasado ancestral, en el idioma wolof de Senegal que significa “los que llevan el mensaje”.
Esta agrupación incorpora a hombres y mujeres de mediana edad y mayores, actores, cantantes, acróbatas, músicos, zanqueros, y artistas visuales de Malí, Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Liberia, Gambia y Estados Unidos.
Con presentaciones en Estados Unidos, Canadá y Europa, llegan a Veracruz y logran el aplauso de los jarochos.