El cabo de año siempre resulta ser una fecha muy especial para todos: significa el cambio y renovación de la persona y del comienzo de los nuevos proyectos. En Veracruz existe una forma muy especial de darle una buena despedida al año Viejo y una Bienvenida al Nuevo: La Tradición del Viejo.
Se cuenta que ésta tradición nació en el Puerto de Veracruz, en una Nochebuena de 1875 cuando un líder de los cargadores de los muelles, llamado M.A. Bovril inició una protesta con sus compañeros de trabajo pues no recibían algún tipo de aguinaldo o beneficio por las fechas.
Con ruido generado por latas, cencerros y tapaderas de metal la petición se repitió al año siguiente, consiguiendo que los patrones les obsequiaran botellas de licor y alimentos (para evitar el escándalo).
De ahí en adelante, se comenzó a hacer costumbre que en fechas de Navidad se pidiera el aguinaldo de forma tan particular, alegre y graciosa.
En la región de los Tuxtlas, existe una tradición similar, pues cuatro días antes de que el año termine, frente a las casas se “sienta” un muñeco relleno de papel, cohetes, trapos viejos y demás, que representa al año que termina. En el frente, se le coloca un letrero con la leyenda “Una limosna para este pobre viejo, que ha dejado hijos para el año nuevo”, con una lata para recibir las cooperaciones de los vecinos y transeúntes. Algunas veces, se le acompaña en un recorrido por las casas con jaraneros y bailadoras, armando fandango. El último día, es decir, el 31, a la media noche, se le prende fuego, haciendo que exploten los cohetes y que los tronidos causen tal bulla y risas que todos se diviertan con la despedida del año Viejo.
Algunas de las coplas del Viejo son:
Una limosna para este pobre Viejo
que ha dejado hijos,
que ha dejado hijos,
para el año nuevo.
A don Ferruco
lo llevan a enterrar,
porque los villistas
lo quieren matar.
Ya se va el Viejo
muriéndose de risa
porque esta noche
lo vuelven ceniza.
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El Viejo Tradicion Que No Muere En Veracruz