* Reciben un estímulo económico en el marco del programa Pilares de la Tradición Huasteca
Ixhuatlán de Madero, Ver., – Por su aportación para interpretar o recrear elementos del patrimonio cultural inmaterial de México, el Gobierno del Estado, a través del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y el Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca, hicieron entrega a don Epifanio Santos Hernández y a don Heraclio Alvarado Téllez, de los reconocimientos como Tesoros Humanos Vivos.
Los dos homenajeados recibieron también un estímulo como Pilares de la Tradición Huasteca, que consiste en 36 mil pesos para cada uno, por su destacada aportación para conservar la música en la Huasteca veracruzana, en el marco del cierre del carnaval indígena de Colatlán, una de las festividades más importantes de esa región.
El director del IVEC, Rodolfo Mendoza Rosendo, resaltó la importancia del evento así como el reconocimiento que se hace a dos personas que han dejado un legado para la preservación de las tradiciones de la Huasteca Veracruzana.
“Es verdaderamente un orgullo estar aquí estar en Colatlán para hacer la entrega de los reconocimientos a don Heraclio Alvarado y don Epifanio Santos, que además han hecho escuela, han formado a muchas generaciones en la música tradicional”.
Recordó que precisamente el escritor mexicano Octavio Paz, único premio Nobel de Literatura que se tiene en México, decía que una tradición no se hereda sino se conquista, y que eso es precisamente lo que hacen todos los días los dos galardonados.
“Está en nuestras manos la educación de los niños y jóvenes, y en la de estos tesoros humanos vivos que tienen la fortuna de tenerlos en su comunidad, porque la única manera de lograr avances en preservar nuestras tradiciones es tener gente como ellos que les importan sus raíces culturales”.
Epifanio Santos Hernández, flautista y violinista de la comunidad Amoxoyáhuatl, municipio de Platón Sánchez, aprendió a tocar la flauta de carrizo y el violín a los cinco años, edad a la que también elaboró su primera flauta con el tallo de la hoja de la papaya. A los 10, después de demostrar su interés y dedicación, se integró al grupo de don Martín Hernández como danzante; fue ahí donde aprendió de memoria todo un reportorio musical de sones, que posteriormente nutrió con huapangos y música xantolera.
Hasta la fecha, ha participado en innumerables fiestas tradicionales y comunitarias de la región, así como en foros y encuentros de danzas tradicionales en el estado de Veracruz y en diversos estados del país. A partir del 2005 fue invitado a impartir el taller de danzas de la Casa de la Cultura Rural de su comunidad, donde actualmente participa como músico de la danza Las Coronitas.
Por otra parte, Heraclio Alvarado Téllez nació en Colatlán, municipio de Ixhuatlán de Madero, el 08 de junio de 1930. A los ocho años se inició como violinista ejecutando huapangos, sones huastecos, sones para la virgen y los sones de El costumbre, como aquellos que se tocan para llamar el agua o para despedir a un difunto.
Ha recibido múltiples homenajes y reconocimientos, entre los que destacan la presea Sol Poniente, máximo galardón que se entrega al mérito huapanguero en la Fiesta Anual del Huapango de Amatlán, Naranjos, Veracruz.
Presentes la representante de dirección de Desarrollo Intercultural de la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta, Haydee Balderas Medina; el profesor Moisés Hernández Barrales y el profesor Aurelio Santiago Ramírez, representante de Víctor Manuel Espinoza Tolentino, presidente municipal de Ixhuatlán de Madero.
Atendiendo uno de los ejes del programa México Cultura para la Armonía, el estímulo que otorga cada año el Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca, en el que participan las instituciones de cultura de los estados de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y el Conaculta, a través de la Dirección General de Culturas Populares, reconoce la trayectoria de los creadores más importantes de la región.
El estímulo Pilares de la Tradición Huasteca es un reconocimiento que se otorga a las personas con un alto grado de conocimientos y técnicas necesarias para interpretar o recrear elementos del patrimonio cultural inmaterial de la región. Esta iniciativa atiende las medidas de salvaguardia propuestas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).