La Fiesta de las Cruces de Mayo en Alvarado es una ocasión para la comunidad que año con año demuestran la devoción y el espíritu de la gente de este municipio. Tal y como su nombre lo indica, la festividad se realiza durante el mes de mayo, durante cada domingo y el último día se hace una fiesta que conjunta tradición, devoción, música y hasta un record mundial.
Aunque esta fiesta ha sufrido algunos descontinuos, como por ejemplo, aquel con motivo de la persecución religiosa de 1929, esta tradición vino a menos y durante las décadas que le precedieron, se celebraron muy esporádicamente, hasta que la Casa de Cultura (nacida en 1979), se propuso y rescató tan hermosa tradición, promoviéndola y haciéndose cargo de su celebración.
Al acercarse las fechas de esta fiesta, los alvaradeños se organizan para hacer los preparativos. Uno de los principales elementos que caracterizan a las Cruces de Mayo es precisamente las estructuras de metal que se montan en algunos de los barrios y que caracterizan a esta fiesta.
Las estructuras simulan unas cúpulas de casi 2 metros de diámetro y que van adornadas con papel de formas abultadas que se colocan a los largo de la estructura.
Las cúpulas están sostenidas por cuatro pilares, por lo que dan la impresión de ser baldaquines improvisados. Uno de los propósitos principales de las cúpulas es acoger en su interior al Santísimo, expuesto en una mesita.
La tradición marca que cada domingo se coloca un altar en alguno de los barrios de Alvarado pero el último domingo del mes de mayo se realiza la fiesta grande.
Todo comienza con la puesta de siete monumentos en torno a la plaza principal del puerto, ahí, la gente se da cita para cuando el obispo llega a bendecir cada una de las cruces. Cada cúpula es “vestida de gala” pues se adorna con manteles finos, figuras de porcelana y claro, la imagen de la cruz al centro.
Además de todos estos preparativos, la fiesta religiosa va acompañada de la parte alegre y distintiva de la gente de la región, pues la celebración se mezcla con el tradicional “fandango”, espectáculo de música y baile muy típico de Veracruz. Para esto, se prepara la tarima, ubicada en la esquina noreste de la plaza, en donde las bailadoras zapatean al ritmo de las jaranas, con la música jarocha que a todo mundo pone de buen humor.
Otra de las manifestaciones típicas de esta fiesta es un gesto de hospitalidad que hacen los alvaradeños, pues se obsequia la fresca y sabrosa horchata de arroz y canela, que además es perfumada con la aromática flor de súchil.