Instalación, video y fotografía digital formaron parte de la propuesta estética de la Muestra de Creadores Indígenas Veracruzanos, que se presentó en el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) del 16 al 18 de octubre e incluyó trabajos de grupos nahuas, totonacos y tepehuas como parte de una reflexión entre dos horizontes; el arte tradicional y el contemporáneo.
En el evento, convocado por el Gobierno del Estado, a través del IVEC y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), participaron la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas (Aveli), la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) y el Centro de las Artes Indígenas (CAI).
Memoria de Vida, instalación artística elaborada con barro cocido, mecate, listón, semillas, flores, cera y herbolaría de la región son presentados por mujeres de la zona del Totonacapan, quienes acompañadas en su proceso por la artista pozarricense Guillermina Ortega presentan una visión de la cosmogonía de la mujer indígena: fertilidad, religiosidad, sanadoras, dadoras de vida.
“Es un tributo al reconocimiento de nuestras abuelas y todas las mujeres de nuestras familias que nos antecedieron, significa la utilización de saberes y materiales propios”, refiere Ortega.
La muestra de video, foto, poesía, teatro e instalación es un recorrido entre la cultura indígena y los nuevos lenguajes en el arte contemporáneo; la intervención de materiales, la conceptualización de los nuevos retos; migración, narcotráfico, desempleo, abandono de la tierra, tradiciones y costumbres; aspectos que conviven al mismo tiempo con la resistencia cultural, con el persistente vínculo con la tierra y las prácticas mágico religiosas, entre otras reivindicaciones que forman parte del contexto que viven las nuevas generaciones, el abandono y la revaloración.
Caso específico es Land Art, instalación fotográfica del intercambio artístico Quebec-México La revelación de lo posible, integración al paisaje-trabajo creativo relacionado con la naturaleza, donde varios artistas visuales indígenas participaron en este intercambio Del Ártico a la Antártida: “un sentimiento común de territorio que nos reúne desde siempre a cazadores, chamanes y guerreros es el arte”, asegura el canadiense Guy Sioui Durand, crítico de arte indígena contemporáneo.
“Nosotros somos los portadores de obras, tanto de las que nos reúnen como de las que nos distinguen. La dinámica de identidad/alteralidad colectiva originaria ha quedado viva. Obramos, estilizamos, damos ritmo a nuestras ricas culturas de una misma civilización. Se refiere sobre el trabajo de siete instalaciones realizadas por artistas de Canadá y México en torno cosmogonía mitológica y cíclica del sol y de la luna”.
De igual forma se presentó Memoria e Identidad entre los Nahuas de Tatahuicapan de Juárez, fotografía digital de Josué Rivera Rocha, quien se dedicaba a la foto comercial como medio de sustento, hasta que encuentra la fotografía etnográfica como forma de expresión y representar los rasgos y la identidad de las comunidades de su región. Rivera Rocha realizó estudios en Gestión Intercultural para el Desarrollo, señala como uno de sus principales influencias al fotógrafo alemán Mario Mutschlechner.
El número de centros de producción de video indígena está creciendo por todo el mundo, concebidos desde una perspectiva que subraya la necesidad de integración social sin pérdida de especificidades culturales, retratan los retos de integración económica, políticas culturales y otros derroteros a los que se enfrentan ya no como víctimas, sino como actores sociales.