El grupo de son jarocho Los Tlaconetes, invitado por el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), recorrió las calles y centros culturales para difundir y promover los cantos tradicionales de La Rama, que al son de jaranas, panderos y guitarras hicieron el disfrute del público.
Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la Virgen, que todas las flores, fueron los versos centrales que sonaron por el Centro Histórico de esta ciudad, iniciando el recorrido en el recinto sede del IVEC.
La Rama continuó su viaje al Centro Cultural Atarazanas, el Archivo Histórico y otros espacios, para finalizar en el lugar más concurrido y turístico del primer cuadro de la ciudad, el Café de La Parroquia.
Como antecedente se puede decir que desde la conquista de México-Tenochtitlan, cuando los misioneros traídos por los españoles empezaron a difundir la religión cristiana, se utilizaban en las festividades varas de la flor del maguey encendidas para alumbrarse.
Como características generales, las ramas se originaron en la zona rural; fueron conformadas con tradiciones indígenas, españolas y afrocubanas.
Los indígenas, por ejemplo, realizaban una festividad cada año que coincidía con las fiestas decembrinas de ahora, la cual es representada por una rama llamada versúchil, identificada como la renovación de la naturaleza.
Como influencia española, podemos anotar el uso de panderetas (o en su caso, sonajas) y guitarras; de la cultura afrocubana tenemos a los coros claves y cantos llamados aguinaldos afrocubanos y, ocasionalmente, los instrumentos de percusión.
Fue evolucionando y arraigó en el Sotavento de Veracruz; poco a poco, fue conociéndose en otras religiones. En el puerto jarocho a principio de siglo era toda una sorpresa; en Xalapa, se dice que Rafaela Murillo empezó a difundirla.
El proceso evolutivo llegó al grado de como la conocemos hoy día, con muy variados aportes que ya no tienen ver con su origen. Más que nada, es la oportunidad de andar en las calles solicitando el aguinaldo, que consiste en dinero o en especie.
La Rama sale a las calles del puerto del 16 al 24 de diciembre, fechas preestablecidas que sirven como elementos de cohesión en la sociedad y permiten seguir conservando las tradiciones.