En el pueblo de Coopaltiquetl o Coopalchiquetl hoy Coopaltitlan, fundado allá por los meses de junio-julio del año de 1877, después de vivir la trágica epidemia de la viruela negra donde murieron más de 20,000 personas, en el pueblo de Tepetzintla, asentado en un lugar al que le dicen El Campanario, razón por la cual fue quemado y abandonado ese lugar, y así fundar los pueblos de Amellaly (El Manantial, hoy la nueva Tepetzintla) y Coopaltiquetl (Lugar de brujos o curanderos). En este pueblo de Coopaltiquetl, a principios de siglo allá por los años de 1900-1910 poco antes de la revolución, existió una señora llamada Marcelina Luís Morales muy conocida que se trasformaba en animal, amparada bajo el manto oscuro de la noche, que se valía de polvos y brebajes raros para dormir y dominar a su esposo Macario Cruz Hermelindo.
En silencio, bajo las sombras de la noche, pensaba y pensaba a que hogar atacar. En cuestión de segundos empezaba a volar en busca de niños recién nacidos para chuparles la sangre hasta dejarlos vacíos, su lengua era también enorme y larga que le permitía atacar a los bebes desde muy lejos, dándose prisa para que no la sorprendiera el día si no nunca podría volver a su estado natural. Una noche Macario su esposo llego sin avisar, cuando regresaba de un baile en San Juan a su casa y quiso darle una sorpresa a su mujer, se escondió tras las plantas de maíz para poder acercarse; brinco la cerca de otate y se asomo por la ventana, el fuego de la hoguera ilumino su asombrado rostro, que se quedo sin habla ante lo que estaba sucediendo; vio cuando ésta saltaba la hoguera de lado a lado y no le quedó la menor duda de lo que la gente andaba hablando de ella. ¡Sí, descubrió que su vieja era aquel temido y odiado ser del que tanto se comentaba en casi toda la sierra y que tantos males había causado! Era tan mala y vivía tan hambrienta que hasta a sus propios hijos les había chupado la sangre hasta matarlos. Cuando su marido la vio trasformada, sintió que la odiaba con toda su alma, de pronto Macario se quedo triste sentado en la parte trasera del jacal abrazando un morral empolvado que contenía ropa y un sombrero pequeño, derramo unas lagrimas y se quedo con la mirada perdida, estática como si hubiese muerto; ella la mujer que tanto tiempo había sufrido la pérdida de sus tres hijos era la misma que los había matado. Entonces escondido horas después tras la puerta, espiaba, veía como se estaba quitando sus extremidades inferiores y una vez que se aseguro que ya no había nadie en el jacal, rápidamente tomo las rodillas y corrió hacia la sierra de Kotontoctepetl y en un lugar muy alejado, allá las enterró y regreso para terminar su venganza, de tal manera que cuando la bruja llegó de su terrible viaje, el jacal estaba ardiendo en llamas, todo estaba perdido. La bruja estaba desesperada, intentando apagar el fuego para poder recuperar sus extremidades, pero nunca lo logro y quedo convertida en animal sin rodillas hasta que se enfermo de tristeza y murió. Se cuenta que su alma vaga en pena por los montes y pueblos cercanos, hasta dicen que revive en los cuerpos de otros brujos o brujas, en el mes de marzo que es cuando iniciaba el año del calendario indígena, para seguir haciendo sus terribles males. Versión popular, Compilada por José Reyes Nolasco. |
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