En Santiago Tuxtla, al sur del Estado de Veracruz, tiene lugar una tradición de la época decembrina que forma parte de los festejos navideños y del fin de año, se trata del acarreo de los Niños Dios, que ocurre y se forma principalmente por la entusiasta comunidad y que transmite alegría y fiesta a los espectadores
Esta tradición comienza con los cantos frente al nacimiento el 12 de diciembre, día en que se celebra en todo México a la Virgen de Guadalupe; después de que comienzan las ramas el 16 de diciembre, se comienza con el primero y más importante acarreo que se da el 24 de diciembre. Al despedir el año, el 31 de diciembre se realiza el segundo acarreo y después se hace la quema del viejo.
El último acarreo se hace el 2 de febrero, cuando se arrulla al Niño Dios para que se quede dormido, aunque en la mayoría de las casas se recoge el nacimiento el 6 de enero pues por cuestiones de tiempo y que el 2 de febrero muchos de los jaraneros se van a Tlacotalpan, por lo que no hay músicos que canten al Niño Dios.
El acarreo de Niños es un festejo que sucede en el seno de la comunidad, es decir, que ellos son los que organizan los festejos y así mantienen esta linda tradición viva.
En el parque central de Santiago Tuxtla, todas las mujeres y niñas que llevan a los Niños Dios adornados, los jaraneros y demás músicos también se congregan aquí mismo y de ahí se dirigen acompañadas de los músicos a las casas de las comadres, por lo que en las calles se oye el ir y venir de los cantos de Pascuas dedicados al Niño Dios.
Al llegar a las casas, se coloca a los niños en el nacimiento y después se arranca el fandango con los jaraneros, sin faltar las bailadoras que zapatean. Así se continúa por unas 6 horas más, pues los músicos acompañan de nuevo para ir a la siguiente casa.
En cambio, el 31 de diciembre, los acarreos se tienen que terminar antes de las 12 de la noche, antes de que se queme al viejo.
Las madrinas de los Niños Dios se encargan de tener listos algunos bocadillos, incluyendo galletas, agua de horchata, rompope, tamales, entre otras cosas, para ofrecer a los que la acompañen a dejar al niño en el nacimiento. La madrina, además, se encarga de adornar el cojín en el que se carga al niño y de llevarlo a los lugares de reunión de la comunidad, principalmente el parque de Santiago Tuxtla.
El 24 de diciembre es el día más importante para los acarreos, pues es cuando se congrega la mayor cantidad de gente, con las numerosas madrinas y los jaraneros y músicos que acompañan al Niño Dios.
Para el 31 de diciembre, el Niño Dios ya puede ir vestido, pues la madrina elabora prendas de vestir al tamaño de la figura, además, el niño en esta ocasión se coloca sentado en el nacimiento.
La tradición del acarreo de Niños es una pequeña muestra de las costumbres que se han ido arraigando en el sur del estado, lo mismo que para el norte es la tradición del “Día del Niño Perdido”, sin embargo, lo verdaderamente importante es que se preserve y se pueda pasar de generación en generación y poder ver este despliegue de música, fe y espíritu navideño.
Fuente De Información: Gobierno Del Estado De Veracruz